Juan Uguet de Resayre| 3 minutos

¿Qué refleja el precio de una acción?

El trabajo de analistas y gestores tiene como objetivo final el calcular el valor de una determinada compañía en un momento determinado. Tras analizar el sector, competidores, entorno competitivo, amenazas, riesgos, barreras de entrada, etc. intentamos ver cuánto puede valer la compañía analizada, es decir, cuál es el precio por acción teórico de la compañía en cuestión.

¿Cómo se calcula el precio de la acción?

El precio de una acción se basa en el principio del valor presente de los flujos de caja generados por la compañía al infinito (PV, Present Value). En términos financieros se conoce como descuento de caja libre (Discounted Free Cash Flow o DCF). Para la realización de un correcto DCF, es necesario conocer la contabilidad de la compañía y que los números estimados sean lo más precisos posible, lo que no es sencillo teniendo en cuenta que el futuro es siempre incierto por naturaleza. También debemos hacer una estimación del crecimiento futuro de la compañía desde el último flujo estimado (g, growth rate). Finalmente, deberemos utilizar una tasa de descuento que sea adecuada para la compañía en cuestión (WACC, weighted average cost of capital) para traer a valor presente los flujos estimados futuros. Esta tasa de descuento tiene que tener en cuenta el coste financiero de la empresa analizada, el coste del activo sin riesgo (RF, Risk Free) de la zona donde la compañía opera, la prima de riesgo (RP, Risk Premium) exigida por los inversores sobre la inversión sin riesgo y el mayor o menor riesgo de la compañía frente al mercado (Beta).

Hay otras técnicas de valoración para el cálculo del precio de una acción basadas en multiplicadores como PER (price earnings ratio), EV/EBIT*, EV/EBITDA**, P/BV (price to book value), EV/FCF ***, etc., pero al final son criterios más sencillos basados en el valor de los diferentes flujos que la compañía genera.

Inversiones “Value” y “Growth”

Una vez tenemos calculado el precio teórico de la compañía (Valor Intrínseco), lo debemos comparar con el precio de mercado de la compañía y decidir si el diferencial es lo suficientemente atractivo para que nos compense el riesgo de invertir. Como el cálculo del valor presente nunca será exacto siempre debemos dejar un margen de error que se conoce con el nombre de margen de seguridad. En general, cuando el valor intrínseco de una compañía está muy por debajo del valor presente de los flujos (PV) se califica como inversión “Value”. Por el contrario, cuando el precio de la acción está por encima del valor intrínseco (PV), debido a las fuertes expectativas de crecimiento (difíciles de cuantificar en el momento actual) se suele llamar inversión “Growth”. En cualquier caso, todas las compañías ya sean Value o Growth se deben analizar de forma similar y en base al modelo de descuento de flujos (DCF) explicado con anterioridad.

Para las compañías de fuerte crecimiento, la verdadera dificultad radica en la estimación futura de los flujos. El conservadurismo humano tiende a subestimar el crecimiento a futuro en las compañías inmersas en tendencias estructurales de crecimiento (Megatendencia).

¿Cómo afecta a la inversión en compañías?

En cuanto a la clasificación de los fondos, desde nuestro punto de vista no tiene sentido diferenciar entre fondos que invierten en compañías Value o en compañías Growth. Como decía Bill Miller (CIO de Legg Mason Capital Management) “Growth and Value are not opposed to each other. Growth is an imput to the calculation of value”. El objetivo del gestor es por tanto invertir en valores con el mayor descuento posible sobre el valor intrínseco, independientemente de su categoría, aunque es evidente la mayor dificultad de calcular este valor en compañías de fuerte crecimiento cuyo valor procede en mayor parte de los flujos más alejados en el tiempo.

En Augustus Capital Asset Managment y en nuestro vehículo Lierde buscamos compañías que crezcan, cuanto más mejor, que generen caja libre y que coticen a valoraciones atractivas. No compramos compañías de múltiplos bajos por el simple hecho de que estén baratas. Las compañías visualmente baratas suelen esconder problemas estructurales como baja generación de caja, sector en declive, mal equipo directivo, elevada deuda, problemas contables, etc.

Conclusiones

En Resumen: (1) El DCF es el mejor criterio para valorar empresas (PV) (2) El crecimiento es un factor fundamental para el cálculo del valor de una compañía. (3) El precio de la acción descuenta en cada momento las expectativas de los flujos futuros de la compañía traídos a valor presente. (4) Las expectativas varían continuamente en función de la evolución de los distintos factores que influyen en las empresas como el crecimiento económico, competencia, riesgos (políticos, financieros, regulatorios, ESG, etc), tipos de interés, etc, lo que hace del análisis una actividad muy dinámica ante la que es imprescindible ser capaz de adaptarse.

 

*EV/EBIT: Enterprise Value / Earnings before Interest and Taxes

**EV/EBITDA: Enterprise Value / Earnings before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization

***EV/FCF: Enterprise Value / Free Cash Flow