En China, las cifras privadas del PMI Caixin Services de septiembre fueron superiores tanto al dato estimado como al dato previo con 53.4 vs 49.2 (e) vs 46.7 (p).
En EEUU, el indicador de sentimiento ISM Services quedaba por encima tanto del dato estimado como del dato previo con 61.9 vs 59.9 (e) vs 61.7 (p). Por el lado del empleo, tanto el dato semanal de peticiones de subsidios de desempleo, con 326k vs 348k (e) vs 362k (p), como la tasa de desempleo con 4.8% vs 5.1% (e) vs 5.2% (p), quedaban por debajo del dato estimado y del dato previo, mientras el indicador de creación de empleo no agrícola Non Farm Payrolls quedaba por debajo del dato estimado y del dato previo con 194k vs 500k (e) vs 366k (p),(revisado desde 233k, +131k frente al valor anterior). Una tasa de paro más baja de lo esperado, acompañada de una creación de empleo también más baja de lo esperado, reflejan la situación laboral en EEUU ahora mismo.
En Europa, publicaban España e Italia los indicadores Markit Services de septiembre, ambos por debajo del dato estimado y del dato previo con Italia en 55.5 vs 56.5 (e) vs 58.0 (p) y España en 56.9 vs 58.2 (e) vs 60.1 (p). También publicaban Alemania y Francia los datos de los cambios de producción industrial interanuales de agosto con Alemania por debajo del dato previo y del dato estimado en +1.7% vs +5.0% (e) vs 5.7% (p) y Francia por encima del dato estimado y por debajo del dato previo en +3.9% vs +3.3% (e) vs +4.0% (p).
Los inversores en breve comenzarán a mirar al año 2022 y tras un 2021 de menor crecimiento de lo previsto, comenzarán a anticipar un año 2022 de fuerte crecimiento. En principio en el año 2022 la inflación irá perdiendo fuerza conforme avancemos en el año por un menor efecto base y los problemas de suministro de componentes se irán solucionando conforme todos los países, en especial los asiáticos, vuelvan a la normalidad industrial. Por el lado negativo, la FED comenzará a comprar menos bonos y hacia final de año previsiblemente subirá los tipos de interés. En Europa, el problema de los tipos no lo tendremos hasta finales del 2023 o 2024. Es previsible que haya momentos de ajuste en la renta variable conforme se vayan normalizando las rentabilidades de los bonos al alza, pero al final lo importante para los beneficios empresariales es que la economía crezca.