Alicia Casasús Coronas | 3 minutos

¿Qué es el descuento hiperbólico?

Cuando vamos a contratar un producto financiero podemos sentir incertidumbre y no siempre somos conscientes de que nuestra decisión puede estar influenciada por emociones como la ansiedad, la aversión a las pérdidas o un exceso de optimismo… Estos sentimientos, la falta de tiempo, o el exceso de información, hacen que podamos tomar una decisión siguiendo un proceso intuitivo en vez de analítico. ¿Por qué?, porque para nuestro cerebro es mucho más rápido y cómodo elegir de forma automática en vez de pensar y dedicarle tiempo a nuestras inversiones. Estas decisiones influenciadas por nuestro cerebro que hacen que tomemos decisiones ilógicas se llaman sesgos cognitivos y en Augustus Capital AM creemos que es importante conocerlos para que gane la racionalidad en la toma de nuestras decisiones.

Psicología aplicada a las inversiones: sesgos cognitivos

Los sesgos cognitivos son predisposiciones psicológicas que nos hacen obtener conclusiones automáticas y, por ende, juicios inexactos. Acaban afectando a nuestras interacciones sociales de cada día y como hemos dicho, también están presentes en nuestras decisiones financieras. Existen muchos sesgos, pero en este artículo presentamos uno que consideramos muy importante debido a que afecta a todas las fases de la toma de decisiones de inversión: el descuento hiperbólico.

El descuento hiperbólico es el comportamiento humano que nos hace tomar una decisión hoy como si el futuro no existiera o fuera lejano, es decir, nuestro cerebro percibe que las recompensas que podríamos obtener en el futuro tienen menos valor que las instantáneas, por este motivo, preferimos escoger una gratificación pequeña ahora y no una más grande después, aunque la rentabilidad implícita de la gratificación futura fuese mayor. Por ejemplo, en un experimento realizado por el economista conductual David Laibson, se preguntó a muchas personas si preferían 100 libras hoy o 120 dentro de un mes. La mayoría elegían 100 libras hoy, es decir, la inmediatez de la recompensa actual tiene un mayor poder de atracción.

¿Cómo afecta el descuento hiperbólico a nuestras decisiones de inversión?

Podemos observar que hay un producto nuevo que puede ser más rentable a corto plazo y pensamos en su rentabilidad inmediata (aunque su adquisición conlleve más costes y riesgo), olvidándonos de la recompensa que podríamos obtener en el largo plazo siendo más pacientes con el producto en el cual estábamos invertidos inicialmente.

También podemos deshacer una inversión muy pronto simplemente por una evolución eventual atractiva de los mercados cuando realmente nuestro objetivo inicial fuese una inversión de largo plazo. Por ejemplo, si hubiésemos comprado acciones de Lierde el 29/07/2016 por su filosofía de inversión orientada a la creación de valor en el largo plazo, podríamos haberlas vendido en tan solo 6 meses y haber obtenido una rentabilidad del 7,04%. O incluso podríamos haberlas vendido al año y haber obtenido una rentabilidad del 23,5%. Sin embargo, si hubiésemos mantenido la inversión 5 años (recordemos que el objetivo inicial era realizar una inversión de largo plazo), podríamos haber obtenido una rentabilidad del 40,40%.

Conclusión

La educación financiera nos ayuda a ser conscientes de este sesgo y evita que se enturbien nuestras elecciones. Debemos sacrificar la gratificación inmediata y valorar el futuro, tener siempre presente el objetivo de nuestra inversión y considerar que los factores emocionales son momentáneos.